Si viajas en transporte público, especialmente en las mañanas, seguramente te has percatado de que las ventanas siempre están cubiertas de un vaho que muchos ignoran o en un acto de entretenimiento dibujan en ellas. Sin embargo, esta condensación puede significar un peligro para la salud, es recomendable que, mientras estén las condiciones climáticas externas acordes, podamos en un acto de prevención y cuidado mutuo, abrir al menos una ventana.
Un viaje simple pero que puede afectar nuestra salud.
Si consideramos que, en el último tiempo, las enfermedades respiratorias han tendido a aumentar en la región, deberíamos preocuparnos de un fenómeno que ocurre muchas veces en las mañanas sin darle mayor importancia. Nos referimos a las ventanas de los buses de transporte público o popularmente conocidas como «micros».
Aunque el fenómeno de la condensación de las ventanas se produce por la diferencia de las temperaturas externas con el calor que se genera dentro de estas máquinas, deberíamos preocuparnos cuando pasamos de una cierta cantidad de personas sentadas dentro de la capacidad estándar a estar prácticamente apretados unos con otros sin distancia ni tampoco con alguna ventana abierta para permitir la correcta ventilación de este espacio cerrado.
Especialmente cuando hay personas que no usan mascarillas al presentar un cuadro respiratorio ni mucho menos tienen el cuidado de cubrirse la boca cuando estornudan.
Se recomienda ventilar el espacio.
Según el previsor de riesgos, Pablo Oñate, durante el 2020 y 2022, como teníamos un reglamento que nos obligaba a tener aforos en autobuses y el uso obligatorio de mascarillas, esto hacía que la gente mantuviera distancia entre sí y sobre todo tuvieran conciencia del de su salud y la de otros al usar este transporte, sin embargo, una vez se acabó la alerta sanitaria y se limitara el uso de obligatorio de mascarilla en lugares que fueran del área de salud, la gente dejó de estar preocupada pensando que el COVID-19 fue una enfermedad que se acabó.
El prevencionista recalca que la enfermedad por COVID-19 está y va a seguir, manifestando que la gente al olvidar estas recomendaciones y sobre todo cuando los taxi buses se llenan, no generan una distancia adecuada entre los usuarios, además al no usar mascarillas sumado con la falta de la apropiada ventilación de la locomoción colectiva, puede empeorar los cuadros respiratorios que se han reportado.
Oñate enfatiza que según el tiene entendido, casi todos los taxi buses tienen una «escotilla» en el techo de la flota, la cual bastaría abrir sin mayor dificultad para generar una circulación forzada del interior y así se evitaría la condensación de los vidrios.
«Si la gente se preocupara de mantener los espacios ventilados, usar mascarillas simples que ni siquiera tienen que ser N95, se evitarían los contagios».
Finalmente el prevencionista recomendó que las personas que presenten con un cuadro respiratorio, se pongan una mascarilla.
Y tú, ¿qué opinas?
¿Abres las ventanas de las «micros» cuando subes a una?
¿Crees que la gente debería adoptar la costumbre de abrir la ventana cuando hay mucha gente?
Queremos saber que piensas al respecto.