¿Por qué sentimos que la Navidad llega cada vez mas rápido?

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Si nos ponemos a pensar en cuando éramos niños, el mes de diciembre era casi que el mas largo del año, la espera para la víspera se nos hacía eterna.

Dentro de esta temporada, podemos recordar aquellos actos navideños del colegio, o cuando nos preparábamos para escribirle la carta a Santa con todos nuestros deseos, y no podemos dejar afuera lo divertido que era decorar la casa y armar el árbol de pascua, pero muchas veces parecía que Santa no llegaba nunca.

Cuando vamos creciendo la experiencia ya se vuelve diferente, en un segundo estamos en verano, en la playa disfrutando del sol y de actividades divertidas y al otro segundo ya nos vemos probando galletitas navideñas, la típica leche con chocolate y la cena que no puede faltar.

Niños y Adultos

Una razón puede ser la manera en que experimentamos los cambios con el pasar del tiempo a medida que envejecemos, lo que con frecuencia da como resultado la sensación de que el tiempo y los meses pasan volando y se acelera cuando nos vamos haciendo mayores.

Para un niño de 8 años por ejemplo, los 12 meses entre Navidades son una gran parte de su vida, y se vuelve la celebración mas esperada para ellos. Pero para una persona de 45, esos mismos 12 meses son una pequeña parte de su experiencia, ¿cómo pasa el tiempo no?.

Debemos entender que nuestra experiencia del tiempo también cambia porque dependemos de la memoria para estimar la duración. Te daré un dato, cuando juzgamos cuánto duró algo, basamos nuestra estimación en cuántos recuerdos hicimos durante el periodo de interés.

Ya sea que estemos intentando recordar la duración de una película, un paseo, un viaje en auto, o también una relación, la cantidad de recuerdos que codificamos durante la misma servirá como indicador de su duración.

Explicando un poco en cómo funciona nuestro cerebro, este interpreta como breves los periodos de tiempo en los que se crean menos recuerdos nuevos, ya sea porque realizamos actividades que no nos resultan estimulantes, o no nos provoca emociones intensas,

¿A dónde se nos fue el año?

A medida que vamos envejeciendo, nuestra memoria se vuelve más frágil y recordamos menos de nuestra vida cotidiana. También es menos probable que intentemos cosas nuevas como cuando éramos más jóvenes.

Ambos factores juntos pueden contribuir a la sensación de que ha pasado menos tiempo desde la última Navidad de lo que esperábamos.

Lo que hacemos y las actividades que realizamos tiene una influencia fuerte en como experimentamos el tiempo, los cambios en nuestra rutina distorsionan el paso del tiempo. Un día predecible ayuda a que el tiempo fluya de manera constante.

Esto quedo demostrado a nivel global en tiempos de pandemia, en el cual de un momento a otro nuestra rutina cambio, y pasamos de tener una vida «normal» a tener un estilo de vida más restringido y resguardado.

Si bien la Navidad no tiene el mismo nivel de interrupción que una pandemia global, sí altera nuestros hábitos.

¿Qué tanto esperamos la llegada de la Navidad?

Otro factor influyente que puede hacernos sentir que la Navidad está aquí demasiado rápido es la cantidad de energía que ponemos para anticiparla.

Para muchos niños, la Navidad es posiblemente el evento más esperado del año, y toda esta emoción hace que de manera constante revisen el calendario para hacer cuenta regresiva de su día favorito, es por eso y desafortunadamente para ellos, el tiempo se les hace normalmente lento.

Mientras que para la mayoría de los adultos, la Navidad se vuelve menos emocionante, y cada vez se hace más rápido el pasar del tiempo.

Otro factor no menos importante, es el cambio tecnológico que también afecta nuestra percepción del tiempo. Los avances en la tecnología nos permiten realizar más tareas, y de manera mas rápida, esta aceleración en el ritmo de vida durante los últimos 20 años también puede contribuir a la sensación de que la Navidad ahora llega demasiado pronto.

Y para ti, ¿qué tan rápido llega la Navidad?.