Tío abuelo de Tomás Bravo apunta a intervención de terceros en desaparición

Jorge Escobar, tío abuelo de Tomás Bravo y único imputado en la investigación por la muerte del menor, relató las últimas horas que pasó con el pequeño y afirmó que en este caso hay intervención de terceros.

Las declaraciones las entregó en el marco del juicio que se desarrolla en el Tribunal Oral en lo Penal de Cañete, donde enfrenta cargos por el delito de abandono de menor con resultado de muerte.

Según relató, la tarde del 17 de febrero de 2021 salió de la casa con el niño a buscar unos terneros, momento en que se internaron en el campo que es de propiedad de la familia, hasta que se percató de que le faltaba una vaca. “Lo tomé de la mano a mi Tomasito y seguimos caminando hacia adentro donde estaban los animales”, recordó.

Al no encontrar a la vaca, continuaron su camino hasta llegar al lugar donde estaban los animales, instante en que él decidió dejar solo al niño para “bajar a corretear a los animales”.

“No quise bajar con él porque había una pendiente muy parada y con palos… Yo bajé siempre mirándolo hacia arriba”, añadió.

“Alguien lo sacó de ahí”

Posterior a eso, siguió Escobar en su relato, pasaron de 2 a 3 minutos y ya no lo volvió a ver. Según precisó, existía una distancia de 40 metros desde donde él estaba y el lugar donde quedó el niño.

“Lo pierdo de vista y ahí lo llamo y no contesta, y subí nuevamente a verlo porque no contestó. Cuando llego arriba, en el camino, no estaba”, aseveró.

Junto con eso, afirmó haber hallado huellas: “(Encontré) unos pasitos, huellitas de como tres metros donde él (Tomás) caminó, pero antes de llegar a la barranca como que desaparecieron esas huellas”.

Es por lo anterior que Escobar aseguró que “me lo sacaron de ahí, alguien lo sacó de ahí. Hay incluidas terceras personas en esto”.

Es más, afirmó que en el lugar se encontraron otros ADN, pero “nadie buscó eso. En el primer día de investigación tuvieron esos ADN, pero nadie los ha buscado”.

El pasado martes, el tío abuelo declaró por aproximadamente 45 minutos en el juicio, donde acusó al fiscal de Arauco, José Ortiz, de amenazarlo con el presidio perpetuo si no admitía su responsabilidad.