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11 August 2025 | 11:40
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En el Hospital Guillermo Grant Benavente de Concepción, Chile, se realizó la primera crioablación, una terapia focal que congela células cancerígenas introduciendo gas argón a temperaturas de hasta 40 grados bajo cero. El procedimiento se llevó a cabo en un paciente de 74 años con cáncer renal. La técnica, explicada por el médico Matías Borensztein del Hospital Italiano de Buenos Aires, destruye tumores mediante bajas temperaturas, resultando en una intervención mínimamente invasiva con menores tasas de morbimortalidad y bien tolerada por los pacientes. Aunque es costosa, se compensa rápidamente con una menor estadía hospitalaria.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesCon una nueva técnica en Chile, se realizó la primera crioablación en el Hospital Guillermo Grant Benavente de Concepción, región del Biobío.
En ese sentido, el procedimiento consiste en una terapia focal donde se congelan las células cancerígenas.
Asimismo, se introduce el gas argón, que llega en forma de una bola de hielo sobre el tumor, a una temperatura de hasta 40 grados bajo cero.
En específico, el primer procedimiento se realizó en el Hospital Regional de Concepción a un paciente de 74 años con cáncer renal.
Matías Borensztein, médico radiólogo del Hospital Italiano de Buenos Aires, quien acompañó a los profesionales del recinto en este hito, detalló las características de la intervención e indicó que “consiste en la destrucción de tumores mediante bajas temperaturas”.
“Estos tumores, nosotros los podemos identificar con imágenes (…) E introducir unas agujas que a base de un gas, que circula por dentro de la aguja, baja la temperatura y destruye completamente el tumor”, explicó Borensztein.
La terapia es costosa, dijo David Clemo, radiólogo intervencionista, pero se paga rápidamente con una menor estadía del paciente en el recinto hospitalario.
El profesional agregó que con la crioablación el tumor se congela y se descongela, en dos o tres ciclos, lo que causa que las células que están en el radio de la bola de hielo, se mueran.
Además, destacó que la técnica es mínimamente invasiva, con menores tasas de morbimortalidad y muy bien tolerado por los pacientes.