La participación de 15 a 20 personas en más de 40 reuniones habrían sido habituales en el domicilio del lobista y exalcalde de Santiago, Pablo Zalaquett. La participación de Ministros de Estado, quienes no registraron estas reuniones bajo la ley del lobby, encendió las alarmas del mundo político que ha criticado estos encuentros, apuntando directamente en la forma, más que el fondo.
Hoy, voces del Congreso instan a una pronta modernización de esta ley que, en términos simples, busca regular esta práctica para que todos los grupos de interés, asociados a alguna legislación en específico, puedan tener su espacio para plantear sus posturas de manera transparentes.
Para comprender los alcances de esta polémica, conversamos con el cientista político y académico USS, Lucas Serrano.