Cuando descubrimos que nuestro hijo está involucrado en alguna actividad de matonaje o «bullying», debemos actuar rápido y con sensibilidad. Conversamos con Ivonne Maldonado, psicóloga y académica de la UDLA, para entender mejor este tema sobre todo cuando es nuestro hijo quien es el agresor.
El bullying implica una conducta intencional y repetitiva, donde hay una clara diferencia de poder entre el agresor y la víctima, es por ello que resulta crucial no ignorar las señales de bullying que la comunidad escolar reporte.
Es importante comprender qué motiva la violencia de nuestros hijos y sobre todo crear un ambiente donde él pueda expresar sus emociones.
Durante la adolescencia, los jóvenes viven una etapa de búsqueda de identidad y formación de grupos, es vital, en esta etapa, conocer las amistades de nuestros hijos y ofrecerles modelos a seguir.
Mantener una comunicación abierta con los profesores y fomentar el respeto en casa y en la escuela es fundamental. Si nuestros hijos se cierran, debemos hacerles entender que estamos ahí para apoyarlos y que pueden confiar en nosotros.