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05 September 2025 | 19:59
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Pasó Navidad, llegaron los regalos y con ellos, también los problemas. Productos defectuosos, tallas equivocadas, atrasos en despachos o artículos que simplemente no eran lo que prometían. Si este es tu caso, atención: la ley chilena te protege.
Si un producto presenta fallas, llegó dañado o no cumple con las características informadas, puedes exigir la garantía legal, que te da tres opciones a elección del consumidor: devolución del dinero, cambio del producto, o reparación gratuita. Este derecho aplica durante los primeros seis meses desde la compra, sin importar si fue en tienda física u online. El comercio no puede obligarte a elegir solo una opción ni derivarte directamente al servicio técnico.
Uno de los mitos más comunes post Navidad es que los regalos no tienen cambio ni devolución. Ojo: si el producto tiene falla, la tienda sí debe responder, aunque haya sido comprado en oferta, y también si el producto no presenta fallas, el cambio depende de la política comercial del local, pero esta debe haber sido informada de forma clara antes de la compra.
En compras por internet, el consumidor tiene derecho a retracto, es decir, puede arrepentirse dentro de un plazo determinado si el producto no cumple con lo esperado, salvo excepciones claramente informadas. Además, los plazos de despacho son obligatorios: si no se cumplen, puedes exigir compensación o anulación de la compra.
Si el comercio se niega a cumplir con la ley, puedes realizar un reclamo ante el SERNAC, entidad que recibe denuncias y puede iniciar procesos contra las empresas infractoras. Desde el organismo reiteran que guardar boletas, comprobantes y correos electrónicos es clave para respaldar cualquier reclamo.
Las celebraciones terminan, pero los derechos del consumidor no se toman vacaciones. Conocer la normativa no solo evita abusos, sino que también empodera a las personas frente a prácticas comerciales injustas. Antes de resignarte a una mala compra, revisa tus derechos: muchas veces, el problema no es el regalo… sino que nadie te contó que la ley está de tu lado.