Náuseas, vómitos e intensos dolores de cabeza son parte de los síntomas que ha sufrido más de un centenar de personas de la Villa Altos del Retiro Sur, en Los Ángeles, producto de los malos olores que enfrentan hace varias semanas y que se perciben con mucha intensidad al interior de sus casas.

Algunos residentes lo asocian a un olor similar al gas licuado o natural, mientras que otros lo relacionan con desechos humanos.

El problema se arrastra desde hace más de un mes y hay quienes han tenido que implementar medidas de contención al interior de sus viviendas, como la instalación de cortinas gruesas en sus dormitorios.

Paola Peña, que reside en el pasaje Rocuant, indicó durante una reunión virtual con sus vecinos que ha sufrido intensos dolores de cabeza y náuseas, lo cual la obligó a asistir a un centro médico para recibir atención.

A su juicio, el problema podría provenir desde el alcantarillado, por lo que le solicitó a un ejecutivo de postventa de la constructora Galilea que se haga una revisión de estos conductos de evacuación de aguas residuales o de lluvia.

Uno de los delegados de la junta de vecinos de la villa, Ray Gatica, dio a conocer que recurrieron a la Superintendencia de Servicios Sanitarios para que, por su intermedio, se oficie a la empresa Essbio para que se haga una revisión del alcantarillado.

Asimismo, quieren recurrir al Cuerpo de Bomberos para solicitarles una medición al interior de las viviendas y descartar que se trate de algún gas que genere una explosión.

Esta situación se suma a los problemas que enfrentan con algunos pastizales en sitios eriazos y la presencia de roedores.

Radio Bío Bío solicitó una opinión a la empresa constructora Galilea, sin embargo, no ha habido respuesta hasta la publicación de esta nota.

Por su parte, desde Essbio se informó que las inspecciones que se han realizado en el lugar muestran que el alcantarillado se encuentra funcionando correctamente.

A pesar de esto se han encontrado en reiteradas ocasiones elementos ajenos al alcantarillados, como basura y escombros, los que pueden afectar el normal funcionamiento del sistema de recolección de aguas servidas.