Hace 25 años, se produjo el cierre de las minas de carbón en Lota, región del Biobío. Este sábado 16 de abril se conmemoró la fecha, que convirtió a la comuna en una zona de rezago que la ha tenido en diferentes ocasiones, como una de las localidades con más cesantía en el país.

La ciudad, todavía intenta ser Patrimonio de la Humanidad para impulsar a la reactivación económica desde la cultura. Por ahora, se encuentra en la lista tentativa de la Unesco.

En esa meta están puestas las esperanzas de que la comuna “se levante”, dijo la presidenta de la Mesa de Patrimonio, Cultura y Turismo de Lota, Yénifer Fuentealba.

Sin embargo, hay factores que alejan cada vez más la meta, como por ejemplo el deterioro de la Central Eléctrica Chivilingo o la Mina Chiflón del Diablo cerrada por falta de seguridad.

Por otra parte, el edificio del Sindicato 6, ubicado frente a la plaza, presenta un deterioro evidente.

Víctor Mendoza, otro exdirigente sindical lotino, responsabilizó a las autoridades locales y nacionales por el actual estado que vive la comuna.

La Municipalidad de Lota, así como la Fundación Procultura administran parte de los monumentos que hoy se encuentran en precarias condiciones. Sin embargo, al cierre de esta edición, no hubo respuestas desde ambas entidades.