Con destrozos inaceptables finalizó marcha de los estudiantes de la Universidad de Concepción.
La tensión en la casa de estudios se incrementa, y cada jueves, vuelve la violencia de los encapuchados de siempre.
Otra vez con el pretexto de una marcha estudiantil que se realizó por el centro, con mucho menos adhesión que en sus versiones anteriores, el broche fue violencia y sinsentido.
En esta ocasión, los encendidos discursos en el exterior de la casa Enrique Molina, donde funciona la Rectoría, dieron paso al lanzamiento de botellas de vidrio con pinturas y piedras contra el edificio.