Fue en noviembre de este año que el Sernageomín resolvió cerrar de forma total la faena de la mina Santa Ana por serias faltas a la norma de seguridad minera. De acuerdo al acta de la inspección realizada 3 meses antes, la empresa no contaba con personal administrativo, los gases provenientes del pique se encontraban en el límite de la normativa vigente y el ventilador principal estaba paralizado.
Hoy, pese a todo este escenario, 70 mineros decidieron encerrarse para pedir al Gobierno que les compre la mina con tal de seguir trabajando.
Luis Chandía, Presidente del Sindicato de los Mineros, asegura que pese a estar apoyando la manifestación, han intentado hacer que desistan de la radical medida.