El precio de los estacionamientos del centro, y particularmente de los subterráneos, preocupa a los usuarios, comerciantes y al municipio. El cobro por minuto y la ley en la materia, asoman como los grandes garantes de un incremento que obliga a la comunidad a pagar más caro, sin un peso de beneficio para la ciudad.

La sensación del encarecimiento de los estacionamientos es un tema evidente que afecta directamente la economía de cientos de automovilistas que sienten que deben desembolsar más recursos por este servicio.

El tema además puede tener un efecto directo en las condiciones que ofrece la ciudad y en el comercio que, por trámites y acceso a productos, paga más.