mar. 11 diciembre, 2018 16:46

Rosmarie Prim: el hada madrina de Copiulemu

Aún a sus 83 años se le puede ver transitando las calles Concepción en su inseparable bicicleta negra. Se trata de la artista y activista social Rosmarie Prim, quien dejó su Alemania natal y llegó a Chile en abril de 1963 para comenzar una nueva vida en Copielemu, localidad rural, perteneciente a la comuna de Florida, que en mapudungún significa “tierra de copihues”.

Prim se casó con el destacado dentista, artista y  profesor fundador de la Escuela de Arquitectura de la Universidad del Bío BíoEduardo Meissner Grebe, compañero de vida y apoyo fundamental para la ejecución de sus proyectos sociales y artísticos.

El hada madrina de Copiulemu” es el apodo que cariñosamente se ganó en la localidad de Florida, nombre que también lleva el primer capítulo del libro “Hacer es Vivir”, del proyecto editorial “Legados para Chile” que lleva la Fundación Oportunidad Mayor , y donde retratan la inspiradora vida y obra de Rosmarie, su infancia en medio de la Segunda Guerra Mundial, la historia de cómo conoció a su esposo en 1958, su arribo a Chile, su activismo social en la región Bío Bío, y sus creaciones con greda.

Gran aporte al desarrollo de mujeres y niños de Copiulemu

Durante su llegada se encontró con madres solteras, con grandes indicios de pobreza, mujeres que no podían trabajar ya que no tenían dónde dejar a sus hijos e hijas,  debido al gran aislamiento que las mujeres y niños tenían con el resto del mundo, estando a solo 30 kilómetros  del Gran Concepción.

Al ser extranjera debió ganarse la confianza de las habitantes del sector rural, y según cuenta el libro, aprovechaba las misas de cada domingo para ir lentamente estrechando lazos .

Una vez ya logrado el primer cometido, encontró recursos y donaciones para conseguir sus metas, y llevar a cabo sus proyectos, los cuales con el tiempo fomentarían el desarrollo educativo, social, cultural y económico de la zona, tras la creación de los tres primeros jardines infantiles rurales, un centro comunitario y la asociación “Bordadoras de Copiulemu”.

Vecina destacada

La contribución de Rosmarie a la formación inicial de los niños de las zonas rurales de la Región del Biobío hizo que años más tarde la Municipalidad de Concepción le otorgara el título de “Vecina destacada”.

Por otro lado, las Bordadoras de Copiulemu alcanzaron tal fama que crearon un lienzo construido de distintas escenas de la vida cotidiana, llamado “El mundo del Trabajo” para la visita del Papa Juan Pablo II en 1987.

Tal es el legado, que hasta la actualidad, la cultura del bordado, caracterizada por los coloridos cuadros e imágenes que representan la vida de los locatarios, se transmite a los más pequeños de Copiulemu.

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