Pasadas las 20 horas de este domingo ya era evidente que las casetas de cobro no eran suficientes para absorber la cantidad de vehículos que en sentido hacia Concepción, iban llegando a la plaza de peaje de estas dos carreteras concesionadas.
Una situación que venía presentándose cada fin de semana desde fines del año pasado, y que se acrecienta en vacaciones debido al retorno desde la playa y el recambio de veraneantes.
Saúl Ríos, seremi de Obras Públicas subrogante, indicó que en estos casos, las concesionarias no están obligadas a levantar sus barreras para permitir el paso de los vehículos, independiente del tiempo de espera de los conductores.
Dijo que son ellas las encargadas de implementar medidas de contingencia, y que en este caso corresponde a la habilitación de más casetas en el sentido en que se presenta la congestión, o incluso de cobro manual para agilizar el tránsito, que es lo que se les está pidiendo ahora para llevar a cabo en las próximas semanas.
Lo que está prácticamente descartado es la aplicación de sanciones, pese a que por ejemplo las bases de licitación de la Ruta a Cabrero estipulan el cobro de multas a la sociedad concesionaria en caso de existir incumplimientos en el tiempo de espera máximo de tres minutos en las plazas de peaje.
Este camino fue diseñado para un flujo máximo de 670 vehículos por hora, número que cuando se sobrepasa, convierte en un cuello de botella el peaje Huinanco, lo mismo sucede en la Ruta del Itata con el peaje de Agua Amarilla.