La familia de Segundo Catril Neculqueo, trabajador forestal de Tirúa que murió tras una emboscada en Lumaco -región de La Araucanía-, presentó una querella por homicidio y cuasidelito contra quienes resulten responsables del disparo que le quitó la vida.

Además, apuntaron contra la empresa mandante, el contratista y el Estado por no adoptar medidas de seguridad en favor de los empleados.

Esto, ya que aseguran lo habían solicitado tras las amenazas de Héctor Llaitul, cuando llamó a organizar la “resistencia armada”. Héctor Catril, quien también trabaja para la contratista, sostuvo que efectivamente habían solicitado vidrios blindados en los buses y chalecos antibalas, entre otras medidas.

Específicamente, al Gobierno se le acusa por inacción y omisión frente a las amenazas de la CAM en los días previos al ataque armado.

Cabe recordar que Catril se desempeñaba para la contratista de la empresa Mininco, representada por Santos Reinao.

Reinao indicó que desconocía la querella, pero que la entendía desde el dolor que está viviendo la familia y por eso prefería no referirse a la judicialización del caso.