Seguramente tú o en conjunto con alguien han experimentado el fenómeno de ver caras o rostros en objetos como nubes, enchufes eléctricos o incluso en patrones de hojas. Aunque esto refleja mucho sobre la creatividad y la imaginación, este fenómeno tiene un nombre, y es «Pareidolia».
¿Qué es la Pareidolia?
El término «Pareidolia» tiene sus raíces en el griego.
Está compuesto por dos partes: «para», que denota algo defectuoso o incorrecto, y el sustantivo «eidōlon», que se traduce como imagen, forma o silueta. Para que nuestra mente perciba un rostro en un objeto, es necesario que el cerebro identifique un patrón básico de características. Sin embargo, no se limita únicamente a eso; nuestra mente también tiende a buscar el reconocimiento de la identidad de esa persona, interpretar su expresión facial y extraer información de su rostro.
¿Por qué experimentamos la Pareidolia?
Según Médico Plus, en psicología se conoce como percepción al proceso por el cual nuestro cerebro interpreta las sensaciones que recibe a través de los sentidos, de manera que construye una impresión de la realidad física del entorno. Percibir es un fenómeno constructivo, pues organizamos y seleccionamos la información que recibimos para formar conjuntos dotados de sentido.
Nuestro cerebro se encuentra dotado con mecanismos capaces de identificar los elementos que permanecen, es decir, la continuidad en el entorno. De esta manera, aunque dos estímulos sean aparentemente diferentes, es capaz de hallar sus características comunes y de esta forma reaccionar de forma eficiente en infinidad de situaciones a pesar de los pequeños cambios.
Si encuentras rostros en lugares inesperados, no te preocupes, es completamente normal, el cerebro humano ha evolucionado para reconocer rostros.
Algunos ejemplos de Pareidolia que quizás (o quizás no) conozcas son:
- Rostros en nubes: Muchas personas han observado nubes que parecen tener la forma de rostros o figuras en el cielo.
- Caras en objetos cotidianos: Puedes ver rostros en enchufes eléctricos, tomas de corriente, interruptores de luz u otros objetos de cocina o comida. Aunque estos objetos no tienen la intención de parecer caras, nuestra mente tiende a encontrar patrones familiares en ellos, sin olvidar lo fácil que nos hemos acostumbrado a la simple gráfica.
- La cara en Marte: Quizás un fenómeno de pareidolia más famosos del mundo. En 1976 la NASA difundió unas fotos sorprendentes de la superficie del planeta Marte, donde un juego de luz y sombra, sumada a la baja resolución de la imagen, la gente pensaba que había una cara en la superficie del planeta rojo y la especulación generaba teorías ufológicas, sin embargo, se trató de un simple juego de cráteres que formaban esta similitud.
- Caras en objetos naturales: Las personas a menudo ven caras en formaciones de roca, troncos de árboles, o incluso en frutas y verduras. Nuestra mente busca instintivamente rasgos faciales, lo que puede llevar a estas percepciones erróneas.
La Pareidolia es un ejemplo fascinante de cómo nuestro cerebro tiende a encontrar familiaridad y significado en nuestro entorno, incluso cuando no existe una intención real de representar un rostro. Este fenómeno demuestra nuestra capacidad humana para la creatividad y la interpretación visual, una señal de nuestro cerebro que es fruto de años de evolución y reconocimiento de patrones faciales.
¿Ves rostros o caras en cosas y objetos
¿Sabías que este fenómeno se llama «Pareidolia»?