A tres semanas de quedar vacante el cargo de director de Seguridad Pública en el Biobío, aún no se designa al sucesor de Mauricio Torres, quien renunció al cargo para postular al sillón municipal de Lota y por los graves delitos de los cuales fueron afectados dos familiares directos.
Apuntando a la burocracia, el cuoteo político y a la poca preocupación por enfrentar el crimen organizado, se refirieron los parlamentarios de oposición y la DC, ante la falta de un sucesor en la Dirección de Seguridad Pública, cargo que depende la Subsecretaría de Prevención del Delito.