Un reciente estudio sugiere que la baja en el deseo sexual podría deberse a factores químicos, investigando los efectos de la hormona kisspeptina en pacientes con trastorno del deseo sexual hipoactivo (TDSH, por sus siglas en español).
Esta afección sexual afecta a cerca del 10% de las mujeres y al 8% de los hombres. Sin embargo de acuerdo a la doctora en ciencias de la salud, Caro Bascur, puede producirse por una serie de factores, siendo clave la comunicación con la pareja.
