El 20 de junio, el Diario Oficial publicó el decreto de creación de una Comisión Asesora contra la Desinformación dentro del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.
La comisión tendrá como objetivo asesorar a la Secretaría General de Gobierno (Segegob) en temas sobre desinformación y calidad democrática, alfabetización digital, desinformación en plataformas digitales y buenas prácticas digitales y hará recomendaciones sobre políticas públicas.
Tras este anuncio, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) mostró su preocupación ya que podría generar “la tentación de instaurar mecanismos de censura”.
Para analizar esta medida conversamos con el académico de la Universidad de Los Andes, Pedro Anguita, quien aclaró que «en principio, esta es una comisión asesora que la verdad es que no es una comisión resolutiva, no es una comisión que va a determinar qué es lo que es falso y qué es lo que es verdadero desde algún tipo de controversia política, económica o social».
Igualmente, indicó que dentro del país existe una alta desinformación respecto a las «fake news» y las estafas digitales, por lo que es destacable que esta comisión busque ayudar a las personas a ser más críticas con el tipo de contenido que consumen. No obstante, señaló los riesgos ante la posibilidad de que la comisión quisiera regular la publicación de ciertos contenidos, catalogados como falsos o engañosos. «Es peligroso que la comisión, en definitiva, determine su trabajo proponiendo algún tipo de regulación, porque todavía yo creo que, en gran parte del mundo, no se encuentra la vara mágica, no se encuentra la solución, porque los riesgos de afectar la libertad de expresión son bastante graves».
