Tituladas a finales de la década de 1930, las arquitectas Cristina Suazo, Berta Cifuentes, Inés Frey y Luz Sobrino fueron parte de un momento clave en la historia de la arquitectura nacional, donde las mujeres se abrieron camino en la arquitectura, reconstruyendo y desarrollando una serie de proyectos notables en la zona afectada por el terremoto de 1939.
Al día de hoy, su legado es parte del patrimonio arquitectónico presente en las actuales regiones de Ñuble y el Bío Bío, junto a otros trabajos hechos por colegas como Graciela Marcos, pionera en el Maule u otras creadoras que arribaron en los años 50 a la zona.
