Cosas sencillas como escuchar música, ver películas, compartir con amigos o estudiar pueden ser experiencias que las personas con hipoacusia no pueden disfrutar si no disponen del implante coclear.
Para conocer más el impacto de este dispositivo en la vida de estas personas, conversamos con Victoria, una joven que recibió el implante a los 3 años de edad. Hoy ya es universitaria y ha podido descubrir el mundo a través de sus sonidos.