CGE apunta a crimen organizado tras más de 700 episodios de robo de cables en primer semestre

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La Compañía General de Electricidad (CGE) denunció un aumento preocupante en el robo de cables eléctricos en Chile. Se han reportado 705 robos en la zona de CGE durante el primer semestre del año, cifra cuatro veces mayor que en 2024. Este delito ha causado interrupciones en el suministro eléctrico para más de 445.000 clientes y ha generado pérdidas de más de $4.000 millones en reparaciones. Además, se reveló que las bandas delictivas están asociadas al crimen organizado y operan de manera especializada en diversas regiones del país.

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Desde la Compañía General de Electricidad (CGE) denunciaron una tendencia creciente -en el primer semestre del año- vinculada al robo de cables en instalaciones de distribución y transmisión eléctrica.

Específicamente, entre enero y junio se han registrado 705 episodios de robo de cable en la zona de concesión de CGE, que va desde la región de Arica y Parinacota hasta La Araucanía.

Lo anterior significa que se ha multiplicado por cuatro veces la cantidad de eventos del mismo periodo de 2024, cuando alcanzaron a los 190.

En términos de cantidad de cable de cobre robado, esta alcanza a los 209.112 metros (209 kilómetros), lo que equivale a la distancia entre Santiago y la comuna de Molina, en la región del Maule.

Según detalló el subdirector de Operaciones de CGE, Daniel Fredes, “el año pasado -a la misma fecha- la cantidad de cable robado alcanzó a los 58 kilómetros, lo que implica que estamos viendo un incremento de casi un 300% en los robos”.

“Esta situación muestra que esto se ha transformado en un delito de alto impacto público y con consecuencias muy complejas en el ámbito del suministro eléctrico”, agregó.

La acción de las bandas delictuales ha tenido un impacto relevante en el suministro eléctrico. En el primer semestre del año, un total de 445.414 clientes de CGE han sufrido interrupciones producto de estos delitos que afectan a redes de distribución y transmisión eléctrica.

Asimismo, el costo de reparación de la infraestructura dañada o destruido por delincuentes, y la reposición del material robado, superó los $4.000 millones en el primer semestre.

En este sentido, Fredes recordó que a fines de junio pasado, la PDI y el Ministerio Público incautaron más de 7.000 kilos de cobre robado en instalaciones de CGE en la región Metropolitana.

“La acción de estas bandas, que cuentan con material y personal técnico especializado, es una clara señal de su asociación al crimen organizado”, dijo.

Complementando que se trata de “bandas delictuales que cuentan con un modus operandi desarrollado y que se van moviendo entre las regiones, buscando donde pueden cometer estos delitos y causar el mayor daño”.

En el primer semestre del año, las regiones con más incidencias de este delito fueron las de Coquimbo (59.198 metros), Biobío (27.223 metros), Maule (22.317 metros), Antofagasta (22.127 metros), Tarapacá (21.185 metros) y Metropolitana (20.420 metros).

Revisa el registro por regiones: