Padre e hija fueron a limpiar sepultura familiar y descubrieron que había un desconocido enterrado ahí

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Cementerio de Lota | Cedida

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En Lota, Sorfelia y su padre descubrieron que la sepultura familiar había sido alterada, encontrando un ataúd desconocido. Tras indagar, confirmaron que otra persona fue enterrada sin autorización. La familia presentó un recurso de protección contra el cementerio, exigiendo la exhumación del cuerpo y traslado. El municipio de Lota tiene 10 días para responder a las acusaciones y determinar responsabilidades en este caso que ha generado gran preocupación en la comunidad.

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En los últimos días de julio, Sorfelia Urra se dirigió junto a su padre, Rolando, hacia la sepultura familiar que mantienen desde 1974 en el Cementerio Municipal de Lota. La idea era limpiar y tener todo en perfecto estado. Sin embargo, se dieron cuenta de que la tierra había sido removida. Tras indagar y consultar qué había pasado, se dieron cuenta de que alguien había sido sepultado allí. Ahora, se encuentran de “brazos cruzados” esperando una respuesta.

Rolando tiene 83 años y en la sepultura ubicada en el cuartel 10 del cementerio lotino están sus padres. La idea de ir aquel 26 de julio era limpiar y tener todo ordenado, principalmente, porque el hombre consideraba el espacio para tener “su descanso final”.

Sin embargo, al llegar a la sepultura notaron algo que los sorprendió. La tierra parecía haber sido removida recientemente, y por lo mismo, creyeron que allí hubo un entierro.

Con la preocupación latente, ambos se dirigieron a la Administración del cementerio, donde fueron atendidos por una funcionaria, quien -de acuerdo a la información contenida en un recurso de protección- inicialmente negó cualquier entierro o sepultura en dicho lugar.

De hecho, la administrativa atribuyó cualquier movimiento de tierra a “trabajos generales de
los maestros”. Rolando estaba seguro de que algo había pasado ahí e insistió en que estaban ante un hecho irregular.

Tumba de un desconocido

Tras la conversación, logró que trabajadores del cementerio lo acompañaran hasta la sepultura. Uno de ellos, tras la insistencia de Rolando, enterró un largo fierro en medio de la tierra y la sorpresa fue aún mayor: chocó -a no mucha profundidad- con una madera. Era un ataúd.

En el recurso de protección ingresado por la familia en contra del cementerio, expusieron que el haber encontrado el ataúd de un desconocido “se traduce a que se había autorizado y concretado enterrar en la sepultura familiar a otra persona ajena, desconociendo quién o el porqué. Esta situación impactante y desconcertante provocó en el padre de la recurrente -Rolando- una angustia enorme”.

Con las pruebas a la vista, volvieron a la administración del campo santo para exigir respuestas. Sobre todo, porque en una primera instancia, les negaron cualquier entierro en el lugar.

En este caso, fue la administradora del cementerio, Dina Cortes, quien revisó los archivos para poder dar una respuesta y confirmó lo que Rolando sospechaba. El 24 de abril de este año, una persona había sido sepultada, “sin contar con la autorización del padre de la recurrente ni de ningún otro familiar legitimario de la sepultura”.

Descanso final

Cabe recordar que, de acuerdo a los documentos del cementerio, Rolando Urra aparece como titular y administrador de la sepultura familiar.

Por otro lado, según escrito judicial ingresado recientemente, la sepultura corresponde a Agustín Rojas, un hombre que no es pariente directo ni heredero alguno.

“La solicitud para sepultar a este tercero ajeno a la familia, fue realizado por doña Elisa Bobadilla, sin permiso alguno, y que por razones que la administradora no supo explicar, accedieron a sepultar a una persona que no guarda relación directa con el padre de la recurrente, sin las autorizaciones correspondientes”, se expone en el recurso.

Además, queda de manifiesto en el recurso que “esta situación es inmensamente dolorosa y preocupante para Rolando Urra Carvallo, de 83 años, quien es el administrador de la tumba y el único sobreviviente de su generación, quien había considerado que la sepultura sería su espacio para su descanso final, donde además reposan los restos de sus propios padres, siendo para él un lugar de profundo respeto y veneración”.

Municipio de Lota y recurso de protección

El recurso de protección fue presentado en contra de la autoridad sanitaria, el Cementerio de Lota y el municipio de la misma comuna. Es por ello, se le consultó al alcalde de Lota, Jaime Vásquez, sobre la situación acusada por la familia.

En este sentido, el jefe comunal señaló que investigarán el caso para determinar responsabilidades, dado que el contexto de lo anterior se dio en lo colapsado que está el recinto.

La Municipalidad de Lota, así como la Seremi de Salud, tienen un plazo de 10 días para presentar sus descargos. Según lo respondido a este medio, el municipio se encuentra, a través de su departamento jurídico, en proceso de elaborar el informe correspondiente.

Cabe señalar que la familia afectada por la sepultura irregular exige la exhumación del cuerpo al no corresponderle dicha sepultura o mausoleo familiar, la tramitación y el traslado del mismo, cuyo costo corra por cuenta de ambas instituciones recurridas.

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