Por un año, el cuerpo de Erica estuvo escondido en una maleta. La responsable de mantener su muerte en secreto fue su propia amiga, la religiosa Lorenza Ramírez Barrera. Todo como consecuencia de un pacto «para aislarse del mundo», según ella misma confesaría.
Su plan culminó en medio de un instante de lucidez: «En algún momento de consciencia ella denota que su amiga está en una maleta y quiere darle una sepultura digna», revelaron los investigadores.
Los detalles de este caso los revisamos junto al periodista de la Unidad de Investigaciones de Biobiochile.cl, Felipe Díaz.