Con la lúgubre cifra de 24 víctimas fatales, 800 casas destruidas y más de 3.000 personas evacuadas, los incendios forestales que afectan masivamente a las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía se han convertido en una de las peores tragedias que hayan afectado a nuestro país en los últimos años.